1 Pedro 2:21- 25
Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por
nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en
su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía,
no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; quien llevó él mismo nuestros pecados en su
cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados,
vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados Porque vosotros erais como ovejas
descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.
1 Pedro 4:18 Y: Si el justo con dificultad se salva,
¿En dónde aparecerá el impío y el pecador
De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus
almas al fiel Creador, y hagan el bien.
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