1 Samuel 2:1- 5 Y Ana oró y dijo: Mi corazón se regocija
en Dios, Mi poder se exalta en Dios; Mi boca se ensanchó sobre mis enemigos, Por
cuanto me alegré en tu salvación. No hay
santo como Dios; Porque no hay ninguno fuera de ti, Y no hay refugio como el
Dios nuestro. No multipliquéis palabras
de grandeza y altanería; Cesen las palabras arrogantes de vuestra boca; Porque
el Dios de todo saber es Dios, Y a él toca el pesar las acciones. Los arcos de los fuertes fueron quebrados, Y
los débiles se ciñeron de poder. Los
saciados se alquilaron por pan, Y los hambrientos dejaron de tener hambre; Hasta
la estéril ha dado a luz siete, Y la que tenía muchos hijos languidece.
Dios mata, y él da vida
1 Samuel 2:6
Dios mata, y él da vida; El hace descender
al Seol, y hace subir.
Dios empobrece, y él
enriquece
1 Samuel 2:
7, 8 Dios empobrece, y él enriquece;
Abate, y enaltece. El levanta del polvo
al pobre, Y del muladar exalta al menesteroso, Para hacerle sentarse con
príncipes y heredar un sitio de honor. Porque de Jehová son las columnas de la
tierra, Y él afirmó sobre ellas el mundo.
Dios
juzgará los confines de la tierra
Dará
poder a su Rey, Y exaltará el poderío de su Ungido
1 Samuel 2:9,
10 El guarda los pies de sus santos, Mas los impíos perecen en tinieblas; Porque
nadie será fuerte por su propia fuerza. Delante de Dios serán quebrantados sus
adversarios, Y sobre ellos tronará desde los cielos; Dios juzgará los confines de la tierra, Dará poder a su Rey, Y exaltará el
poderío de su Ungido.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario