Aborreced lo malo, seguid lo bueno
Bendecid,
y no maldigáis
Romanos 12:6-
21 De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es
dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña,
en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con
liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con
alegría. El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos
los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los
unos a los otros. En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en
espíritu, sirviendo al Señor; gozosos en la esperanza; sufridos en la
tribulación; constantes en la oración; compartiendo para las necesidades de los
santos; practicando la hospitalidad. Bendecid a los que os persiguen; bendecid,
y no maldigáis. Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.
Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No
seáis sabios en vuestra propia opinión. No paguéis a nadie mal por mal;
procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto
dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros
mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está:
Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Así que, si tu enemigo tuviere
hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto,
ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino
vence con el bien el mal.
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