Romanos
2:5- 11 Pero por tu
dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día
de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus
obras: vida eterna a los que,
perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, pero ira y enojo a los que son contenciosos
y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; tribulación y angustia sobre todo ser humano
que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego, pero gloria y honra y paz a todo el que hace
lo bueno, al judío primeramente y también al griego; porque no hay acepción de
personas para con Dios.
Efesios
4:17- 19 Esto, pues,
digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que
andan en la vanidad de su mente,
teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por
la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda
sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de
impureza.
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