Al hombre que cause divisiones
Después de una y otra amonestación deséchalo
Pero evita las
cuestiones necias, y genealogías
Tito 3:8- 11 Palabra fiel es esta, y en estas cosas
quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren
ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres. Pero evita las cuestiones necias, y
genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y
sin provecho. Al hombre que cause divisiones, después de una y otra
amonestación deséchalo, sabiendo que el
tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio juicio.
Hebreos 8:10 Porque el
Señor al que ama, disciplina,
Y azota a todo el que recibe por hijo. Por lo cual, este es el pacto que haré
con la casa de Israel Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, Y
sobre su corazón las escribiré;
Y seré a ellos por Dios, Y ellos me serán a mí por pueblo;
1 Timoteo 1:3- 10 Como te rogué que te quedases en Efeso,
cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente
doctrina, ni presten atención a fábulas
y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de
Dios que es por fe, así te encargo ahora. Pues el propósito de este mandamiento es el
amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida, de las cuales cosas desviándose algunos, se
apartaron a vana palabrería, queriendo
ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman. Pero
sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; conociendo esto, que la ley no fue dada para
el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y
pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas,
para los homicidas, para los
fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y
perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina,
1 Juan 2:29 Si sabéis que él es justo, sabed también
que todo el que hace justicia es
nacido de él.
1 Juan 3:7- 10 Hijitos, nadie os engañe; el que hace
justicia es justo, como él es justo. El que practica el pecado es del diablo;
porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios,
para deshacer las obras del diablo. Todo
aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios
permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. En esto se manifiestan los hijos de Dios, y
los hijos del diablo: todo
aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.
Romanos 7:12 De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno.
Ezequiel 3:20 Si el justo se apartare de su justicia e
hiciere maldad, y pusiere yo tropiezo delante de él, él morirá, porque tú no le
amonestaste; en su pecado morirá, y sus justicias que había hecho no vendrán en
memoria; pero su sangre demandaré de tu mano.
Ezequiel 18:26,27
Apartándose el justo de su justicia, y haciendo iniquidad, él morirá por ello;
por la iniquidad que hizo, morirá. Y
apartándose el impío de su impiedad que hizo, y haciendo según el derecho y la
justicia, hará vivir su alma.
Ezequiel 33:10-
19 Tú, pues, hijo de hombre, di a la casa de Israel: Vosotros habéis
hablado así, diciendo: Nuestras rebeliones y nuestros pecados están sobre
nosotros, y a causa de ellos somos consumidos; ¿cómo, pues, viviremos? Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no
quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que
viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de
Israel? Y tú, hijo de hombre, di a los
hijos de tu pueblo: La justicia del justo no lo librará el día que se rebelare;
y la impiedad del impío no le será estorbo el día que se volviere de su
impiedad; y el justo no podrá vivir por su justicia el día que pecare. Cuando
yo dijere al justo: De cierto vivirás, y él confiado en su justicia hiciere
iniquidad, todas sus justicias no serán recordadas, sino que morirá por su
iniquidad que hizo. Y cuando yo dijere
al impío: De cierto morirás; si él se convirtiere de su pecado, e hiciere según
el derecho y la justicia, si el impío
restituyere la prenda, devolviere lo que hubiere robado, y caminare en los
estatutos de la vida, no haciendo iniquidad, vivirá ciertamente y no morirá. No
se le recordará ninguno de sus pecados que había cometido; hizo según el
derecho y la justicia; vivirá ciertamente. Luego dirán los hijos de tu pueblo: No es
recto el camino del Señor; el camino de ellos es el que no es recto. Cuando el justo se apartare de su justicia, e
hiciere iniquidad, morirá por ello. Y
cuando el impío se apartare de su impiedad, e hiciere según el derecho y la
justicia, vivirá por ello.
Juan 3:18 El que en él cree, no es condenado; pero
el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del
unigénito Hijo de Dios.
Jeremias 3:16 Y acontecerá que cuando os multipliquéis
y crezcáis en la tierra, en esos días, dice Dios, no se dirá más: Arca del pacto de Dios; ni vendrá al pensamiento, ni se
acordarán de ella, ni la echarán de menos, ni se hará otra.
Caída
de Samaria y cautiverio de Israel
2 Reyes 17:1- 23 En el año duodécimo de Acaz rey de Judá,
comenzó a reinar Oseas hijo de Ela en Samaria sobre Israel; y reinó nueve años.
E hizo lo malo ante los ojos de Dios,
aunque no como los reyes de Israel que habían sido antes de él. Contra éste
subió Salmanasar rey de los asirios; y Oseas fue hecho su siervo, y le pagaba
tributo. 4 Mas el rey de Asiria descubrió que Oseas conspiraba; porque había
enviado embajadores a So, rey de Egipto, y no pagaba tributo al rey de Asiria,
como lo hacía cada año; por lo que el rey de Asiria le detuvo, y le aprisionó
en la casa de la cárcel. Y el rey de Asiria invadió todo el país, y sitió a
Samaria, y estuvo sobre ella tres años. En el año nueve de Oseas, el rey de Asiria
tomó Samaria, y llevó a Israel cautivo a Asiria, y los puso en Halah, en Habor
junto al río Gozán, y en las ciudades de los medos. Porque los hijos de Israel pecaron contra El
Señor su Dios, que los sacó de tierra de Egipto, de bajo la mano de Faraón rey
de Egipto, y temieron a dioses ajenos, y
anduvieron en los estatutos de las naciones que Dios había lanzado de delante
de los hijos de Israel, y en los estatutos que hicieron los reyes de Israel. Y los hijos de Israel hicieron secretamente
cosas no rectas contra el Señor su Dios, edificándose lugares altos en todas
sus ciudades, desde las torres de las atalayas hasta las ciudades fortificadas,
y levantaron estatuas e imágenes de
Asera en todo collado alto, y debajo de todo árbol frondoso, y quemaron allí incienso en todos los lugares
altos, a la manera de la naciones que Jehová había traspuesto de delante de
ellos, e hicieron cosas muy malas para provocar a ira a Dios. Y servían a los ídolos, de los cuales Dios les
había dicho: Vosotros no habéis de hacer esto. Dios
amonestó entonces a Israel y a Judá por medio de todos los profetas y de todos
los videntes, diciendo: Volveos de vuestros malos caminos, y guardad mis
mandamientos y mis ordenanzas, conforme a todas las leyes que yo prescribí a
vuestros padres, y que os he enviado por medio de mis siervos los profetas. Mas ellos no obedecieron, antes endurecieron
su cerviz, como la cerviz de sus padres, los cuales no creyeron en el Señor su
Dios. Y desecharon sus estatutos, y el
pacto que él había hecho con sus padres, y los testimonios que él había
prescrito a ellos; y siguieron la vanidad, y se hicieron vanos, y fueron en pos
de las naciones que estaban alrededor de ellos, de las cuales Dios les había
mandado que no hiciesen a la manera de ellas. Dejaron todos los mandamientos de el Señor su
Dios, y se hicieron imágenes fundidas de dos becerros, y también imágenes de
Asera, y adoraron a todo el ejército de los cielos, y sirvieron a Baal; e
hicieron pasar a sus hijos y a sus hijas por fuego; y se dieron a adivinaciones
y agüeros, y se
entregaron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová, provocándole a ira. Dios,
por tanto, se airó en gran manera contra Israel, y los quitó de delante de su
rostro; y no quedó sino sólo la tribu de Judá. Mas ni aun Judá guardó los mandamientos del
Señor su Dios, sino que anduvieron en los estatutos de Israel, los cuales
habían ellos hecho. Y desechó Jehová a toda la descendencia de Israel, y los
afligió, y los entregó en manos de saqueadores, hasta echarlos de su presencia.
Porque separó a Israel de la casa de
David, y ellos hicieron rey a Jeroboam hijo de Nabat; y Jeroboam apartó a
Israel de en pos de Dios, y les hizo cometer gran pecado. Y los hijos de Israel anduvieron en todos los
pecados de Jeroboam que él hizo, sin apartarse de ellos, hasta que Dios quitó a Israel de delante de su
rostro, como él lo había dicho por medio de todos los profetas sus siervos; e
Israel fue llevado cautivo de su tierra a Asiria, hasta hoy.
Asiria
puebla de nuevo a Samaria
2 Reyes 17:24- 41 Y trajo el rey de Asiria gente de
Babilonia, de Cuta, de Ava, de Hamat y de Sefarvaim, y los puso en las ciudades
de Samaria, en lugar de los hijos de Israel; y poseyeron a Samaria, y habitaron
en sus ciudades. Y aconteció al principio, cuando comenzaron a habitar allí,
que no temiendo ellos a Dios, envió Dios contra ellos leones que los mataban. Dijeron, pues, al rey de Asiria: Las gentes
que tú trasladaste y pusiste en las ciudades de Samaria, no conocen la ley del
Dios de aquella tierra, y él ha echado leones en medio de ellos, y he aquí que
los leones los matan, porque no conocen la ley del Dios de la tierra. Y el rey de Asiria mandó, diciendo: Llevad
allí a alguno de los sacerdotes que trajisteis de allá, y vaya y habite allí, y
les enseñe la ley del Dios del país. Y vino uno de los sacerdotes que habían llevado
cautivo de Samaria, y habitó en Bet-el, y les enseñó cómo habían de temer a Dios.
Pero cada nación se hizo sus dioses, y
los pusieron en los templos de los lugares altos que habían hecho los de
Samaria; cada nación en su ciudad donde habitaba. Los de Babilonia hicieron a
Sucot-benot, los de Cuta hicieron a Nergal, y los de Hamat hicieron a Asima.
Los aveos hicieron a Nibhaz y a Tartac, y los de Sefarvaim quemaban sus hijos
en el fuego para adorar a Adramelec y a Anamelec, dioses de Sefarvaim. Temían a Dios, e hicieron del bajo pueblo
sacerdotes de los lugares altos, que sacrificaban para ellos en los templos de
los lugares altos. Temían
a Dios, y honraban a sus dioses, según la costumbre de las naciones de donde
habían sido trasladados.
Hasta hoy hacen como antes: ni temen a Dios, ni guardan sus estatutos ni sus
ordenanzas, ni hacen según la ley y los mandamientos que prescribió Jehová a
los hijos de Jacob, al cual puso el nombre de Israel; con los cuales Dios había
hecho pacto, y les mandó diciendo: No temeréis a otros dioses, ni los
adoraréis, ni les serviréis, ni les haréis sacrificios. Mas a Dios, que os sacó
de tierra de Egipto con grande poder y brazo extendido, a éste temeréis,f y a
éste adoraréis, y a éste haréis sacrificio. Los estatutos y derechos y ley y
mandamientos que os dio por escrito, cuidaréis siempre de ponerlos por obra, y
no temeréis a dioses ajenos. No olvidaréis el pacto que hice con vosotros, ni
temeréis a dioses ajenos; mas temed a Dios vuestro Dios, y él os librará de
mano de todos vuestros enemigos. Pero ellos no escucharon; antes hicieron según
su costumbre antigua. Así temieron a Dios aquellas gentes, y al mismo tiempo
sirvieron a sus ídolos; y también sus hijos y sus nietos, según como hicieron
sus padres, así hacen hasta hoy.
Isaías 46:5- 9 ¿A quién me asemejáis, y me igualáis, y
me comparáis, para que seamos semejantes? Sacan oro de la bolsa, y pesan plata con
balanzas, alquilan un platero para hacer un dios de ello; se postran y adoran. Se lo echan sobre los hombros, lo llevan, y lo
colocan en su lugar; allí se está, y no se mueve de su sitio. Le gritan, y
tampoco responde, ni libra de la tribulación. Acordaos de esto, y tened
vergüenza; volved en vosotros, prevaricadores. Acordaos de las cosas pasadas desde los
tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante
a mí,
Isaías 45:20 Reuníos, y venid; juntaos todos los
sobrevivientes de entre las naciones. No tienen conocimiento aquellos que
erigen el madero de su ídolo, y los que ruegan a un dios que no salva.
1 Corintios 14:29 Asimismo, los profetas hablen dos o
tres, y los demás juzguen.
1 Corintios 14:32
Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas;
Jeremías 17:13 ¡Oh Dios, esperanza de Israel! todos los
que te dejan serán avergonzados; y los que se apartan de mí serán escritos en
el polvo, porque dejaron a Dios, manantial de aguas vivas.
Mateo 18:19, 20 Otra vez os digo, que si dos de vosotros
se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les
será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en
mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Hebreos 10:19- 25 Así que, hermanos, teniendo libertad
para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino
nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y
teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena
certidumbre de fe, purificados los corazonesf de mala conciencia, y lavados los
cuerpos con agua pura. Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra
esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para
estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como
algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que
aquel día se acerca.
Hechos
28:25- 31 Y como no estuviesen de acuerdo entre sí, al retirarse, les dijo
Pablo esta palabra: Bien habló el Espíritu Santo por medio del profeta Isaías a
nuestros padres, diciendo: Ve a este pueblo, y diles: De oído oiréis, y no
entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis; Porque el corazón de este pueblo se ha
engrosado, Y con los oídos oyeron pesadamente, Y sus ojos han cerrado, Para que
no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y entiendan de corazón, Y se
conviertan, Y yo los sane. Sabed, pues,
que a los gentiles es enviada esta salvación de Dios; y ellos oirán. Y cuando
hubo dicho esto, los judíos se fueron, teniendo gran discusión entre sí. Y Pablo
permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a
él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo,
abiertamente y sin impedimento.
Miqueas 7:19 El volverá a tener misericordia de
nosotros; sepultará nuestras
iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.
Éxodo 24:9- 14 Y subieron Moisés y Aarón, Nadab y Abiú,
y setenta de los ancianos de Israel; y
vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de
zafiro, semejante al cielo cuando está sereno. Mas no extendió su mano sobre los príncipes de
los hijos de Israel; y vieron a Dios, y comieron y bebieron. Entonces el Señor
dijo a Moisés: Sube a mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, y
la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarles. Y se levantó Moisés con Josué su servidor, y
Moisés subió al monte de Dios. Y dijo a los ancianos: Esperadnos aquí hasta que
volvamos a vosotros; y he aquí Aarón y Hur están con vosotros; el que tuviere
asuntos, acuda a ellos.
Habacuc 3:3- 7 Dios vendrá de Temán, Y el Santo desde
el monte de Parán. Selah Su gloria
cubrió los cielos, Y la tierra se llenó de su alabanza. Y el resplandor fue como la luz; Rayos
brillantes salían de su mano, Y allí estaba escondido su poder. Delante de su rostro iba mortandad, Y a sus
pies salían carbones encendidos. Se
levantó, y midió la tierra; Miró, e hizo temblar las gentes; Los montes
antiguos fueron desmenuzados, Los collados antiguos se humillaron. Sus caminos
son eternos. He visto las tiendas de
Cusán en aflicción; Las tiendas de la tierra de Madián temblaron.
Salmos 68:17 Los carros de Dios se cuentan por
veintenas de millares de millares; El Señor viene del Sinaí a su santuario.
Éxodo 33:20 Dijo más: No podrás ver mi rostro;
porque no me verá hombre, y vivirá.
Isaías 66:15, 16 Porque he aquí que Jehová vendrá con
fuego, y sus carros como torbellino, para descargar su ira con furor, y su
reprensión con llama de fuego. Porque Dios
juzgará con fuego y con su espada a todo hombre; y los muertos de Dios serán
multiplicados.
Mateo 12:6 Pues os digo que uno mayor que el templo
está aquí.
1 Corintios 7:23 Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres.
1 Corintios 2:15
En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.
Gálatas 3:13, 14 Cristo nos redimió de la maldición de la
ley, hecho por nosotros maldición
(porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de
Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa
del Espíritu.
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