Evangelio de la Prosperidad
1 Tesalonicenses 2:2- 6 pues habiendo antes padecido y sido
ultrajados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en nuestro Dios para
anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran oposición. Porque nuestra exhortación no procedió de
error ni de impureza, ni fue por engaño, sino que según fuimos aprobados por
Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar
a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones. Porque nunca usamos de palabras
lisonjeras, como sabéis, ni encubrimos avaricia; Dios es testigo; ni buscamos gloria de los hombres; ni de
vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario