1
Pedro 4:3- 11 Baste ya el
tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en
lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables
idolatrías. A éstos les parece cosa
extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución,
y os ultrajan; pero ellos darán cuenta
al que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos. Porque por esto también ha sido predicado el
evangelio a los muertos, para que sean juzgados en carne según los hombres,
pero vivan en espíritu según Dios. Mas
el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en
oración. Y ante todo, tened entre
vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados. Hospedaos
los unos a los otros sin murmuraciones. Cada uno según el don que ha recibido,
minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de
Dios. Si alguno
habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre
conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por
Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los
siglos. Amén.
2
Pedro 2:20- 22
Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del
mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra
vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el
primero. Porque mejor les hubiera sido
no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido,
volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido
lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la
puerca lavada a revolcarse en el cieno.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario